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Zuania, de 38 años y residente de San Juan, resultó impactada por disparos de balas de gomas en la parte de atrás de sus piernas. Ella se manifestaba pacíficamente en la noche del 22 de julio cerca de la Calle Tetuán, Viejo San Juan. Zuania quería que se escuchara el pueblo y, para que eso se lograra, entendía que hacían falta cuerpos que le dieran voz. Para ella “era importante estar presente, que tenía que dar la cara” y, al salir de su trabajo, acudía a su “late-night shift,” que era como entre amistades se referían a las manifestaciones.

En una entrevista realizada por Kilómetro Cero, relató su experiencia:

“Ese día fuimos para allá. Vi que se caldeaba la cosa. Como a las 11 de la noche salgo de mi trabajo molesta de más por lo que estaba pasando. Nos mantuvimos en la línea, yo llegué a la Plaza de Armas, allí iba a esperar a mi novio y mi amiga. Estando cerca de la calle Tetuán, veo a mi novio con una cara de espanto. Me viro, miro hacia atrás y veo un guardia que dio la vuelta de la esquina entrando a la calle apuntándome con su rifle. Me coge de sorpresa porque nunca lo ví, me asustó y al verlo salgo corriendo. A menos de dos metros me disparó un ‘shotgunazo’ por las piernas. Seis balas de goma me dieron por la parte de atrás de mis piernas y una llegó a darle a mi novio en la mano. Luego de pasar la conmoción es que me verifico y veo lo que sucedió. Vi los seis ‘punctures’, me sorprendo ‘full’, se veía horrible. Fui a Walgreens para comprarme triple antibiótico, crema y vendas para limpiarme las heridas”.

Al preguntársele si la intervención con la Policía había afectado sus deseos de manifestarse, contestó
“Sí, afectó. Quiero seguir apoyando pero, desde que pasó, voy pocas veces. Me mantengo alejada, definitivamente no voy con el mismo valor que antes.”

Un agente le gritó: “acaben y vayanse ya”