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La intervención duró como unos 30 segundos. Yo estaba caminando a mi perro de regreso a mi hogar. Boté la bolsita con los desechos del perro en un zafacón. Yo andaba con audífonos y se me acercaron dos patrullas de motora por la espalda. Eran dos policías municipales de San Juan.

Me dicen “no puede estar en la calle” y yo les digo que solo estaba caminando a mi perro. En todo esto yo estoy caminando, por eso duró poco la intervención, no me detuve. Me dicen “debe ser en los predios” y les digo que yo vivo en un edificio. Estaban con tono amenazante. Yo tenía mascarilla en todo momento. Tenía los audífonos puesto y yo los veo que siguen ahí, aunque ya yo voy de regreso. Les hago señas con las manos, como que “¿qué pasa?”, me quito los audífonos y solo escucho “esas son las directrices”.

Pienso que esto es un trato discriminatorio hacia las mujeres de mediana edad caminando por la calle. Sin embargo no intervienen a personas en motoras o four tracks a lo loco en la misma calle donde yo camino. La intervención no tiene nada que ver con salud, yo solo estaba paseando mi perro los domingos.

No porque no había razón alguna para tan siquiera hablarme y menos en tono amenazante, yo no estaba violando ninguna ley y tenía mascarilla puesta en todo momento.

Me sentí amenazada y hostigada y me puse nerviosa. Después de todo eso me sentí indignada. Ahora me tengo que sentir nerviosa cuando paseo el perro los domingos.