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9. Explíquenos, por favor, en detalle todo lo que pasó y cómo fue la intervención de la policía. |
La intervención duró como unos 20 minutos. Llegué a la playa de Ocean Park a las 1:00 p.m. ya que me cancelaron un compromiso. Así que tenía un traje puesto, sin ropa “apropiada” para ir para la playa. Allí me siento bajo una palma sobre un troco virado que mide como seis pies de largo. La playa está relativamente vacía. Habían unas 15 a 20 personas esporádicas.
De estas personas varias no tenían mascarilla. De todos estos, 4 a 5 personas [aparentaban ser] turistas, los cuales ninguno tenían mascarilla. Estoy sentando más o menos una hora cuando veo a unos guardias pasar en un vehículo all terrain varias veces, como unas 4 a 5 ocasiones. En ningún momento hubo intervención de estos guardias. En total fueron dos patrullas, dos guardias por carro. Estos [oficiales en la primera patrulla] iban y venían, pero estos dos nunca intervinieron conmigo ni con los otros playeros.
Entonces aparece un amigo mío que venía caminando por la orilla. Es importante mencionar que soy una persona fácil de reconocer por mi rareza. Uso un gorro tipo turbante de 5 o 6 pulgadas de alto para guardar mi pelo. Tengo barba, color de piel café con leche y mis raíces son árabe. El muchacho que viene a donde mí es de tez negra. Estos son factores que le llaman la atención a los guardias.
Lo saludo y se sienta en el otro extremo del troco a hablar conmigo. El muchacho venia con mascarilla, gafas y gorra. Él claramente mantienen la distancia de 6 pies y no era indicativo para que la policía interviniera, ya que no estamos conglomerados, solo estábamos hablando. Mi amigo se estaba bebiendo una cerveza de sorbo en sorbo, bajándose y subiéndose su mascarilla.
Luego de 30 a 45 minutos de conversación con mi amigo, ocurre la primera intervención con otros dos oficiales en uno de esos vehículos de arena [all terrain]. Los dos guardias guardan su distancia al pararse frente a nosotros aún montados en su vehículo, pero no se presentaron ni mostraron intentos de establecer una conversación básica.
“Caballero, la mascarilla se la tiene que poner”, me dijo uno de los oficiales con un tono autoritario y retante. Ambos oficiales eran de tez blanca, uno más claro que el otro. En ese momento reconozco que la orden ejecutiva dice que tenemos que tener mascarilla, así que les dije que tenía una en el carro. El oficial me dijo que fuera al carro y me la pusiera.
Desde donde estaba sentado a mi carro era un camino bien cercano. Así que voy a mi carro a buscarla y cuando vuelvo los oficiales están interviniendo con otro muchacho que estaba solo. Le dijo que era la segunda vez que le decía que se pusiera la mascarilla y que se la pusiera. El muchacho hizo el intento de buscar mascarilla. El guardia continuo presionándolo. Él estaba en distanciamiento, solo y simplemente sentado en su toalla, no le vi lógica a que tuviera una mascarilla puesta.
Procedo a sentarme con la mascarilla puesta, reconociendo que esto es suficiente distancia y que estoy en la playa. Así que luego que [los oficiales] se van de mi lado me bajo la mascarilla al cuello. Pasa media hora a 45 minutos más y los mismos oficiales pasaron dos o tres veces vigilándonos, pero cada vez que pasaban me subía mi mascarilla a su lugar. Ya para la última, ven cuando subo mi mascarilla y conducen su vehículo a alta velocidad como si nos fueran a chocar o pasarnos por encima.
Cuando se detienen frente a nosotros, se bajan los dos guardias con una actitud autoritaria y violenta. Uno de estos me piden mi identificación en un tono demandante, abusivo y altanero. A eso les digo que no tengo identificación, que no tengo por qué identificarme y que no ha pasado nada para que tengan que solicitar mi identificación.
Ahí siguieron insistiendo en que me identificara, pero vuelvo a negarles mi identificación, que no hay razón por la cual me la tenga que pedir, que estoy en la playa y no tengo mi ID encima. A eso ellos me dijeron que acabara y le diera la licencia o un ID para que, seguún me dijero: “Me evitara problemas y que hiciera las cosas fácil, porque si no te vamos a arrestar.”
“Avanza y coopera, que si no te vamos arrestas, ” insistió el otro.“
¿Así que tú me estas amenazando con arrestarme?”, le dije a uno de los agentes. Uno de los agente empezó hacer como si estuviera llamando refuerzo, pero nunca llegaron. Creo que estaba fingiendo que estaba haciendo llamadas. “Avanza y coopera y no compliques las cosas”, me repitió uno de los oficiales. Yo le dije que podía hacer lo que quisiera, que no tenía ID encima y que no tengo que tener identificación porque no estaba en una vía pública.
Ahí él vuelve y me dice que me evite problemas mientras se agitaba y acercaba más. Entonces, uno de los oficiales cae en cuenta y me cuestiona que vengo en un carro y que se supone que tenga licencia. “Bueno, yo no te tengo que dar la licencia porque yo no estoy guiando, pero sí, tengo licencia. Tú puedes decir lo que tú quieras”, le dije al oficial. “Tú viniste en carro. Vete y busca el ID al carro”, me exigió uno de los oficiales.
Vuelvo otra vez a al caro, pero esta vez a buscar mi ID. Esto con pesadez, sabiendo que estoy en contra de mis derechos y que me podían llevar arrestado, darme una pela o llevarme a una celda. Pero para evitar problema, simplemente fui al vehículo y saqué mi cartera. Uno de ellos se fue atrás de mi para vigilarme. Busco la cartera y regreso otra vez a donde estaba pasando la intervención. Le doy mi licencia al que estaba guiando y se fue a la parte de atrás a llenar el boleto. Ahí les advierto que encontra de mi voluntad y de mis derechos yo me estaba identificando y que estaba consciente que no tenía que hacerlo. También les dije que sabía que se tenían que identificar porque ambos trabajaban para mi y no yo para ellos. Entonces, el oficial que se quedó frente a nosotros dijo que ellos trabajaban para mí si yo paga planillas.
“Mira mi pai, yo rindo planillas y tú sí trabajan para mí. Tú y tú [apuntando a los oficiales] identifíquense con nombre y número de placa”, les dije. “Eso está en el boleto”, dijo uno.
Ahí aprovecho y me expreso públicamente y les digo todos mis pensares: “Esto es un discrimen por el color de piel mío y de mi compañero. Interviniendo conmigo porque soy raro y diferente… Ustedes son unos abusadores… al muchacho de alado le dieron chance y a mí no, pero esto no es nuevo para mí y ustedes no entienden. Yo vivo en mi cuerpo y tú no…”.
Les dije esto y muchas otrascosas.
Seguí con el análisis y discusión de la situación, y él se quedó tratando de articular algo, pero su única respuesta fue: “No seas ridículo… si no te gusta, vete para una república”.
Seguí diciéndole que si fuera un sobrino o un hijo de él, no me daría un boleto. Que nadie en la playa tenía mascara, pero al único que le dieron una multa fue a mí. Que si estuviese bebiendo no me daba el boleto. Que si estuviese haciendo ejercicio no me diría na’.
“Me tengo que poner hacer push-ups pa’ que no me des el boleto?” les pregunté sarcásticamente.
El otro guardia llegó y me dio el boleto, me devolvió la licencia otra vez y me iba a tratar de explicar algo. Pero rápido lo interrumpí y le dije que los vería en una vistas administrativa, que conozco bien el proceso de la ley y que nos veríamos en una conferencia.
“No generalices no todos son iguales”, me dijo uno de ellos.
“Yo estoy consciente que hay decentes, los conozco, pero no todos son iguales”, les dije.
Se montaron y continuaron en su camino.
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3.13 |
10. ¿Considera que le trataron adecuadamente? Puede abundar todo lo que desee. (Si este asunto se contesto anteriormente no tienen que realizar esta pregunta) |
Absolutamente no. La policía actuó de manera retante, autoritaria, con actitud intimidante. Me sentí ofendido que se me habían violado mis derechos. Me sentí juzgado y discriminado, razón por la cual entiendo que fue la intervención.
Luego de esta intervención ha cambiado mi confianza en la policía. El no tener las herramientas reafirma un sentimiento común en el pueblo de que la fuerza de la Policía son instrumentos opresores, que el gobierno utiliza, no para la seguridad, sino para la opresión del pueblo, para llevar a cabo la recolección y sus leyes nefastas. Es interesante ver cómo la Policía sabe dónde están los puntos de drogas, los prostíbulos, pero no es allí donde intervienen. Es donde la personas que están sentadas en la playa donde atacan. Donde es más fácil.
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