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El lunes [26 de julio de 2021] asistí a una manifestación completamente pacífica. Había mucho respeto de parte de los manifestantes. No tocaron barrillas, no tiraron arena, ni nada por el estilo. Yo tenía mi perrito conmigo, así que pasaba 5 minutos sentada con los manifestantes y 5 minutos dándome un break para asegurarme que mi perrito estuviera bien.

Había una joven que estaba sentada como yo en el momento del incidente, con las piernas hacia enfrente, y un guardia se tropieza con sus piernas. El guardia la culpa diciendo que ella le puso las piernas y ella, en cambio, culpó al guardia de tropezarse a propósito. Ahí se crea un poco de tensión entre los guardias y los manifestantes. No obstante, no hubo actos de rebeldía ni de agresión [por los manifestantes] después de eso. Solamente cantamos consignas y tocamos instrumentos a un volumen alto.

Alrededor de las 1:00 p.m. y 2:00 p.m. yo estaba sentada frente a las barrillas [de la verja bajo construcción del condominio Sol y Playa]. Eso es una playa y se considera como un espacio público que no era parte del área de construcción de la piscina. Entonces, llegó la fuerza de choque con cascos, macanas, peper spray, pistolas y toda la cosa. Ellos vienen sin razón alguna. En total eran como 20 oficiales de la fuerza de choque, aunque los que intervinieron directamente conmigo fue el que dio la orden y la que me haló.

La fuerza de choque quería estacionar frente a las varillas mirando al frente hacia los manifestantes. Al yo estar sentada donde ellos se querían estacionar, yo les estaba obstruyendo, como quien dice. Otras dos personas, que estaban en otros lados de la verja, y yo estábamos ahí primera fila en un espacio público.

Cuando estoy ahí sentada aplaudiendo viene un guardia masculino que me apunta y le dice a una guardia femenina “¡A esta hay que sacarla! ¡A esta hay que sacarla!”. Creo que le dio la orden a una guardia femenina porque se vería mal el que un hombre me agrediera. La oficial que intervino fue la Sgto. Carmen Ruíz Crespo [#8-23634].
Entonces esta policía mujer me agarra y yo empiezo alejarme de ella. Le empiezo a decir repetitivamente que estoy en la playa. En ese momento no tenía ningún tipo de instrumento en mis manos que pudiera usar como arma para defenderme. No tenía conmigo ni siquiera una cuchara ni un sartén. Tenía mis dos manos aplaudiendo y en términos de ropa, tenía un bikini puesto que no podía tener algo escondido. Incluso, yo ni me defendí. Yo me estaba echando para atrás, pero yo en ningún momento le di o agredí a la policía. Ella no tenía razón para agredirme físicamente.

[La oficial femenina] me siguió halando por el cuello y por el pelo, hasta que por fin me soltó. Una vez me soltó el resto de la fuerza de choque la esconden para atrás. A mí me levantaron del sitio donde estaba para luego coger mi spot.

El resto de los guardias estaban observando todo. Los guardias estaban viendo todo como si fuese una película, sin hacer nada. Por eso, hasta cierto punto, los incluiría como oficiales que intervinieron, pero no hicieron nada.

Es importante destacar que ni el policía que dio la orden ni nadie me dieron instrucciones para moverme. Fue literalmente una orden a la fuerza.

Dos guardias llegaron a mi casa con una cita y me citaron para el cuartel de Rincón. La razón por la citación decía “Obstrucción a la justicia”.

No, no considero que me trataron adecuadamente. Incluso, no se limita al trato físico. No hubo ningún tipo de comunicación previo a la intervención. Yo estaba dispuesta a conversar con un oficial de un rango más alto para que me explicara la situación. Yo estaba dispuesta a comunicarme después de lo que pasó, sin ningún de interés de culpar o de radicar querellas. Yo estuve bastante confundida del por qué me agredieron de esa manera. No estoy cómoda con cómo se manejó la situación.

Me sentí brumada y decepcionada porque pasó esto, pero interiormente estaba agradecida con la situación porque me abrió los ojos y me di cuenta de que el abuso policial es real. No fue hasta ahora que lo viví en carne propia que una abre los ojos y despierta. Me sentí overwhelmed y badtripiá’.