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El 20 de diciembre de 2021, aproximadamente a las 1:30 p.m., varios manifestantes paramos el tránsito en el puente [en la carretera PR-3, frente al Balneario La Monserrate] de Luquillo hacia la playa como protesta [a la construcción de un hotel en el humedal]. Allí han destruido yacimientos arqueológicos y el hábitat de muchas especies y biodiversidad. Los compañeros se sentaron en el pavimento en la carretera, pero yo me quedé parada.

Llegaron varios oficiales de la Policía estatal molestos, dirigidos por el Sargento Díaz. Algunos 10 estaban con el uniforme azul, y otros 15 eran de la fuerza de choque. Había algunos grabando para carpetearnos. Nos reclamaron que teníamos que abrir la avenida para luego intervenir con nosotros, abrir un carril y permitir el paso a los camiones de la construcción hacia el humedal de Luquillo.

Mientras vinieron los de la fuerza choque, el sargento Díaz me empujó con una macana y yo caí al piso. Todos los que han visto el video ven que fue el sargento. Mis compañeros gritaron: “¡¿Por qué la tiraste?! Ella es una señora mayor”. Mis compañeros de lucha me levantaron y vi que mi brazo derecho estaba sangrando. La adrenalina, el coraje y el odio por lo que me hicieron era tanto que no sentía nada y seguí protestando.

Como a los 15 minutos llegó la ambulancia y me llevaron al Hospital San Pablo en Fajardo. No sé quién la llamó, pero ninguno de los policías se preocuparon en conseguirme asistencia médica. Se quedaron como si nada. Cuando estaba protestando no sentí ningún dolor, pero ya en la ambulancia comencé a sentirlo. Me atendieron, me sacaron placa luego de ese día un ortopeda me diagnosticó el húmero fracturado. Me dieron medicamento para la inflamación y ordenaron a que tengo que dormir sentada. Salí a las 10:00 p.m. del hospital.

No hice querella rápido porque los policías en la escena no iban a responder. El 7 de enero[de 2021] mi hija me llevó al Tribunal Federal para radicar la querella. Allí dije que no quería ir a un cuartel porque los policías son corruptos, pero me dijeron que tenía que hacer una querella en el cuartel general. Me dijeron que fuera ese próximo lunes [10 de enerode 2021].

Las personas que me atendieron en el cuartel general fueron el agente Osorio y la agente Vayés. Me ayudaron a radicar la querella ese mismo día. Ayer [jueves, 13 de enero de 2022] me llamó la agente Marizo Hernández, de Asuntos Internos de Humacao, para que llamara a una entrevista telefónica en ese momento, pero no estaba disponible en ese momento para realizarla. Me dijeron que llamara este lunes [17 de enero de 2021] para ver si me podían entrevistar pronto.

Me trataron horrible. En ningún momento me trataron adecuadamente. Me grabaron, para carpetearme, como hacen ellos.

Yo lo siento mucho. Siempre voy a estar en la lucha por mis derechos y los demás y por mi patria, pero me siento bien deprimida por no poder ir con mis compañeros a las manifestaciones. Me siento bien deprimida. Está fuerte.

Unas miradas restantes. Ellos no hablan.