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El 30 de marzo de 2022, a eso de las 5:20 p.m., salía del trabajo y esperaba un cambio de luz en la intersección del kilómetro 30.6 de la PR-1, frente al dealer Caguas Expressway Motors. La luz de esos solos, en ambas direcciones de la carretera, cambian a verde a la misma vez. Cuando cambió la luz, doblé a mano izquierda con precaución, pero ahí mismo un oficial de la Policía estatal en motora intentó acelerar para comerse la luz. En el proceso, invadió mi carril y chocó el lado izquierdo de mi vehículo.

Cuando ocurrió el impacto, el policía tiró su motora y cayó al piso. Rápidamente me bajé para ayudarlo, pero él se levantó y caminó como si nada. Cuando hablo con el policía se identificó como el agente Ángel Acevedo. El policía no se hizo nada serio, pero como quiera se formó un revolú de ambulancias y patrullas, llegando alrededor de 8 policías estatales de Caguas. Se llevaron al agente Acevedo en ambulancia, aunque desde que cayó su motora se levantó y ha estado caminando de lo más bien junto a sus compañeros.

Todo este proceso fue un mal rato. Cuando pregunté quién iba a tomar mi querella, me dijeron que tenía que esperar a que llegue un sargento para tomar la querella, ya que el accidente fue con un Policía. Luego, llegó un sargento de apellido Claudio que tomó mi información y, mientras me hacía la entrevista, dijo que yo había sido la negligente en el accidente. No pude entender. A mi me chocaron estando en mi carril y en mí cambio de luz, pero ¿soy yo la negligente?

La Policía preparó el informe, pero se tardó tres semanas para firmarlo. Le di seguimiento semanalmente, pero como no lo querían formar. Me cansé de estar a pie y mandé arreglar el carro con mi seguro y dinero. Aún no he ido a buscar el informe. Estaba bien frustrada y tenía mucho coraje ante este proceso.

Me acuerdo de lo que pasó y lloro. Sentí mucho coraje. Respeto a la Policía, pero de verdad que hay policías que no pueden usar ese uniforme.

No. ¿Cómo es posible que fui yo la perjudicada y la culpable? La Policía me catalogó como negligente, cuando estaba en mi carril. Esto es una falta de respeto.