Ver casos

Yo llego a El Boricua y está el compañero [Christian] un poquito descontrolado, sentado en una mesa con dos muchachos que no le hacían caso. Se levanta, se sienta en la mesa, interrumpe, se levanta de nuevo, brinca en la tarima, entra al local, se me pierde [de vista] y al rato llega una ambulancia con una patrulla. Las personas de la ambulancia lo sacan y lo meten en la ambulancia, como entiendo que debe pasar porque es un caso psiquiátrico, pero los policías lo sacan de la ambulancia y lo meten en la patrulla.

Le digo a la Policía que esto tienen que tratarlo como un caso médico, no sacarlo de la ambulancia y meterlo en una patrulla. Le digo que conozco a la mamá, para establecer empatía, que no lo maltraten, que ella lo debe estar buscando. Él sigue con sus delirios políticos, hace declaraciones que no le conviene que las diga. El argumento de ellos [de la Policía] es que había una querella de que estaba perdido [registro de persona desaparecida], y por eso se lo llevaban. Pero, si el que está en la ambulancia tiene un dolor de pecho o algo en el corazón, ¿tú lo vas a meter en una patrulla con las manos esposadas? Aquí lo que hubo fue una violación de los derechos de un paciente y punto y se acabó. Criminalizaron su condición.

Una mujer policía empezó a grabarme a mí, y yo comienzo a filmar después de eso. Uno de los guardias recalca que su compañera está grabando, le digo que lo vi, y le repito que esto se trata de un caso médico. A Christian le dije que se portara bien, que se cuidara. Las cosas que verbalizaba las podrían interpretar como un caso cónsono con terrorismo, pero las decía bajo el delirio de la esquizofrenia, porque Christian es un ser humano inteligente, solo le faltaba su medicamento. Médicamente hablando tiene buen perfil, a pesar de su condición psiquiátrica, y es la Policía quien lo pone en esa situación [situación de arresto, contrario a situación de cuidado médico].

Después de eso voy a comer a Flor de Parcha [restaurante al lado de El Boricua], y de repente entró un guardia a darme cuenta de lo que hicieron. No entiendo por qué ese guardia tiene que venir a donde mí.

Christian es una persona afable y de gran corazón. Tiene ese problema que debe atender, medicarlo para que pueda ser funcional. Aquí lo interesante sería ver si violaron los derechos del paciente por puro discrimen, porque no hay de otra. Yo entiendo que mi intervención fue pertinente para que sepan que hubo testigos, que alguien grabó. La misma actitud de la Policía no fue muy simpática, tuve suerte que no intervinieron conmigo porque son capaces de inventar cualquier cosa para intervenir.

Ellos justificaron sacarlo de la ambulancia por una alerta de que estaba perdido, bajo ese argumento se lo llevan a la patrulla. Lo que él [Christian] verbaliza es una verbalización un poco agresiva, que puede ser enjuiciada como conspiración. No sé, puede que de alguna manera trabajaron el caso diferente como si lo hubiesen trabajado con “Juan del pueblo” [con cualquier persona]. Él no puso resistencia física. La madre del que le pusiera las manos encima a ese muchacho. Ahí llegó la cantidad de patrullas que llegó [alrededor de seis patrullas] porque ese muchacho es independentista.