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Estaba en una manifestación el lunes [13 de junio de 2022] frente al estacionamiento del Centro Judicial en Fajardo. A eso de las 12:30 p.m. llegó un policía en una patrulla con una compañera oficial. En ese momento estaba haciendo un Facebook Live, así que todo está grabado. Este se bajó con una libreta, se me acercó y me pidió mi información. Identifiqué al oficial con el apellido Álvarez. Le informé que somos parte de un grupo ciudadano que nos manifestamos porque no han cumplido un cese y desista del 30 de marzo [de 2022].

Álvarez procedió a pedirme más información, pidiéndome mi nombre y mi dirección. Le pregunté por qué necesitaba mi información. El agente siguió presionando y me dijo que si no daba la información iba a tener problemas. Me resistí a darle mi información, pero por preocupación [a recibir represalias] le di mi nombre y la dirección de mi tía, ya que estaba haciendo el live y mi información se haría disponible a todo el que estuviera escuchando.

Luego me pidió mi fecha de nacimiento y ahí me enojé bastante, ya que estaba utilizando intimidación para sacarme información. Le dije que en otras ocasiones la Policía de Puerto Rico ha estado presente, como el jueves de la semana pasada allí mismo, y no me pidió nada. Ya le había dado mi información. Entendía que no le tenía que dar más información y que ya esto era proceso de carpeteo. Empecé a hacer fuerza verbal y a decirle que no, pero él insistía.

Le preguntaba y le insistía al oficial Álvarez que me dijera cuál era mi delito, [que me dijera] qué yo estaba cometiendo que justificara que yo tenga que darle mi información. Álvarez me dijo que necesitaba mi información porque era parte del grupo manifestándose, pero nunca dijo si cometí un crimen o si había delito.

Me insistió y me dijo que si yo no le contestaba estaría cometiendo obstrucción a la justicia, que ese era el delito. Cuando un compañero se paró a mi lado y le dijo que no [le daría mi información], el agente Álvarez desistió. O sea, hasta que no vio una figura masculina él no cedió. El oficial me vio como una mujer vulnerable.

Cerró su libreta y se fue mientras argumentaba que tenía que hacer un reporte que le exigían y que él me lo mostrará. Dijo todo esto mientras me mostraba [apuntaba a] su libretita. No entendía por qué estaba buscándome información. Fueron varias situaciones de amedrentación para buscar información, buscar en mi espacio privado. Tengo su placa y procederé a denunciar esto [en una querella administrativa].

Como ciudadana tengo derecho a manifestarme. No estaba bloqueando el tránsito, ni la entrada de la corte. Incluso, el jueves pasado nos dijeron que podíamos estar en la entrada y en las puertas de las cortes, pero luego nos sacaron y nos dijeron que teníamos que irnos a la calle. Nos designaron un área hostil, con mucho sol y sin árboles ni sombra.

No, porque en primera instancia no me explicó lo que estoy haciendo mal ni por qué quería esa información. Él siguió insistiendo, que yo no le contestaba estaba cometiendo entonces. No me dejaba claro cual era mi delito. Entonces me decía si no le daba mi información, eso sí era un delito. Obstrucción a la justicia, el delito era no dar la información. No entendía por qué yo tenía que darle mi información al policía. Obviamente llega con su libreta, su estilo de caminar y como que ya eso establece una especie de intimidación.

Sentí que trató de minimizar y abusar de mis derechos. Tengo derecho a estar ahí y entiendo que él vino a forzarme a dar mi información. Me sentí vulnerable. De todas maneras yo no sé qué personas están viendo mi live y tienen acceso a una info privada.

Me dijo que si no daba la información iba a tener problemas y me que si no le contestaba estaría cometiendo obstrucción a la justicia, que ese era el delito [que estaba cometiéndo].