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El 14 de diciembre de 2021 radiqué una querella para que se investigara un robo que sufrió mi padre en su residencia. El policía que fue a recopilar huellas dactilares no tenía consigo un flashlight. Yo fui a la propiedad de buena fe. De suerte tenía un flashlight en el carro y fui a ayudarle con el [flashlight] para que pudiera ver el área de la huella. Llegó otro policía recopilando información ya que [yo] era el único miembro de mi familia presente. El flashlight se me movió un poquito y salió [el segundo policía] rápido con actitud. No usó palabras soeces pero salió exigiendo.

Al rato viene el agente Rodríguez, de la policía de Guayanilla, que tenía que rendir un informe. Mientras me está cogiendo los datos me pregunta “¿hay cámaras?”. Le informé que le sugerí a mi hermana que pusiera cámaras pero que no quiso. El policía viene de forma arrogante, como si estuviera buscando un motivo para hablarme mal . Llega enojado como si tuviese un prejuicio contra mi y en tono alto me pregunta “¿hay cámaras o no hay cámaras?”. Le contesto que no, y me responde con “ya, que eso es lo que tienes que decirme”. Yo lo que hice fue fijarme rápidamente en su nombre.

Como tenga que venir a visitar un policía alguien se lleva una querella. Están acostumbrados a hacer lo que les da la gana. Le radiqué una querella a ambos. El mismo agente Rodríguez me dijo que si tenía algún sospechoso que llamara al cuartel y le proveyera la información. Contraté a un asesor que previamente había sido un detective privado, así que llamé al cuartel y la agente que estaba de reten me informa que el agente no está. Le informo que me habían dicho que llamara al cuartel si tenía información relevante pero mientras le informaba esto me engancho. Redacté y presenté una querella en su contra también.

Para enero de 2022 me llaman de la división de las querellas [División de Investigaciones Administrativas de Mayagüez] y cuando voy para allá, llega un policía que me hizo sentir como si estuviera molestando allí. Cuando estoy con la oficial investigadora le comento de la actitud de su compañero. Ella se sorprendió y no quería proveer ni escuchar nada perteneciente a su compañero. No quería intervenir. Cuando estoy hablando con ella, su trato fue regular y cuando terminó me preguntó cómo yo la evaluaba a ella en su atendimiento de la querella. Entiendo yo que no le corresponde porque es antiético, dado que la persona se puede sentir intimidada. Yo me sentí incómodo, no le puedo decir que no sirve para nada después de estar dos horas sentado ahí. Si fuera a hacerle una evaluación del 1 al 10, le daría un 7 y entre comillas. Cinco policías y no conozco el estatus de ninguna de las querellas. Me van a mandar a C.I.P.A. [Comisión de Investigación, Procesamiento y Apelación], para radicar una querella. Este proceso me podría costar cientos de dólares.

Se me trató de una forma despectiva, me atendieron por atenderme. El agente que intervino en la casa fue despectivo y sentí que creaba un issue donde no había alguno. Eso lo practica mucho la policía, crear un motivo para faltar respeto a personas y quien sabe si hasta fabricarles casos también. Ellos provocan para ver como reacciona la persona y así multarla.

Yo me he sentido provocado. Ellos mismos se están ganando la mala reputación.