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El domingo, 29 de enero [de 2023] fuimos a un pasadía familiar convocado en el Muelle de Azúcar [sobre Cuevas las Golondrinas en Aguadilla]. Desde que llegamos [a la Playa Crash Boat] la unidad de FURA de la Policía de Puerto Rico estuvo interviniendo con las embarcaciones que transportaban a las personas, verificando que tuvieran licencia. Entre cuarenta a cincuenta personas llegamos al área y nos encontramos con doce a trece guardias privados del proyecto [SJA Security Police]. Ninguno estaba identificado y todos estaban armados con canisters de gas pimienta, rifles de perdigones y armas de fuego.

Obviamente, no esperábamos que hubiese un enfrentamiento con la guardia privada porque era un día familiar. Había familias con niños y adultos mayores desde las afueras de la verja tranquilamente reclamando el espacio [de dominio público].

Estábamos pasando el día tranquilamente cuando, de la nada, la guardia privada comenzó a rociarnos con gas pimienta. La cantidad que me echaron fue increíble. Me chorreaba el gas pimienta del cuerpo. Hubo muchas otras personas afectadas, incluyendo a personas mayores, niños y personas asmáticas que no podían respirar.

Cuando bajé del área para limpiar el gas pimienta escuché detonaciones de un arma de fuego. Luego bajaron a un compañero herido de bala por un guardia privado. Le hice un torniquete con mi camisa y lo transportamos a la playa en una lancha privada.

El informe de la Policía mintió sobre estos hechos, diciendo que fue FURA quien transportó al manifestante a la playa. Eso es mentira. Quien lo transportó fue una lancha privada porque, a todas estas, la Policía estaba en el edificio de Obra Pública observando lo que estaba pasando sin intervenir y negándole el paso de la ambulancia [por los terrenos públicos usurpados] para atender a la persona herida.

Ahí llegaron más de doscientos uniformados de operaciones tácticas para sacarnos del área pública. La policía solo dijo que teníamos que desalojar el área porque iban a investigar lo que pasó, pero donde estábamos no era la escena del crimen. El área que se tenía que investigar era donde estaba la guardia privada y la misma Policía.

Sin decir nada más la Policía usó fuerza excesiva y nos empujaron y sacaron del área e hicieron seis arrestos, sin estar dentro del perímetro y estando sentados tranquilamente. innecesarios. Cuando nos sacaron los agentes de operaciones tácticas marcharon encima del área que tenían que investigar. Querían sacar a los manifestantes para que no se dañara la escena, pero fueron ellos mismos los que pisotearon y dañando la escena.

La escena debía ser acordonada, pero la Policía tampoco marcó el área. Donde quiera que haya casquillo se debe marcar, pero eso no pasó allí. En cambio, los policías recogieron los casquillos de balas con las manos, alterando la escena.

Ese día no hubo intervención ni arrestos en contra de la guardia privada que nos agredió, pero sí la Policía se negó a tomarnos querellas y nos agredieron y arrestaron por consignar pacíficamente. Los policías no estuvieron para proteger a los manifestantes sino a los intereses privados [de Carlos Román González].

No. No creo que nos trataron justamente.

Me sentí afectada, impotente y sorprendida porque no esperábamos que nos agredieran. Me afectó muchísimo ver a padres llorando llorando por sus hijos afectados y ver y asistir a un compañero herido de bala. Emocionalmente esto me afectó.

Porque se iba a ser una investigación en el área de la manifestación.