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A eso de las 11:00 a.m. la Policía de Puerto Rico le hizo un bloqueo a la manifestación [convocada y celebrada el 1ro de mayo de 2023] frente al edificio de Liberty [en la Avenida Roosevelt en Hato Rey, San Juan]. Hubo diferentes reclamos de parte de los organizadores de la actividad para que nos dejaran pasar, pero la Policía hizo caso omiso.

Dos compañeros y yo optamos por brincar las vallas que la Policía había puesto. No hicimos ningún tipo de acto de violencia, solo ejercimos nuestro derecho legítimo a la manifestación. Cuando crucé la valla un oficial me haló por el cuello de la blusa y me fui de boca al piso. Por suerte, alguien decidió frenar el paso de mi caída al halar la parte de atrás de mi blusa.

En el proceso sentí de siete a ocho oficiales interviniendo con nosotros. La policía intervino sin dar razón o advertencias. Ninguno tenía su nombre ni placa visible. No sé quienes fueron los que intervinieron conmigo. Los registros de la Policía alegan que fue una oficial [mujer] quien llevó mi arresto, pero la persona que me arrestó fue un hombre y lo hizo de manera violenta y brusca.

Otro policía amenazó a una compañera mientras la arrestaban. Le dijo: “¿tú no dices que eres guapita? ¡Enséñame ahora!”.

Nos arrestaron y nos llevaron a una guagua de la Policía de Puerto Rico donde nos tuvieron una hora esperando. Primero nos llevaron al cuartel de Manuel A Perez, pero allí indicaron que no tienen las condiciones para recibirnos. Finalmente, nos envían a un cuartel de Barrio Obrero.

Un oficial se acercó, se identificó como parte del Monitor de la Policía de Puerto Rico y pidió entrevistarnos. Le dijimos que no vamos a dar entrevista sin nuestros abogados. Luego nos enteramos que él era el oficial a cargo de la investigación de nuestro caso. Esto nos ha pasado en más de una ocasión. Los policías tienen la costumbre de decir que trabajan para el monitor de la Policía. Son patrones que alertan a uno durante la detención.
Estuvimos en el cuartel de tres a cuatro horas hasta que nos dieron una citación para el 24 de mayo. No es necesario detenernos por más de una hora en los cuarteles para una cita al Tribunal.
En la citación no decía la razón. Estaba en blanco. El día de la vista de la regla seis el fiscal no se presentó, sino los oficiales de la Policía. La acusación fue no obedecer un protocolo inventado por la Policía y no dar información cuando se le pidió. Finalmente, el juez decidió que no había causa para lo que no se nos acusó.

Este evento fue uno violento en su totalidad que no debe ser normalizado. Para una citación no necesitas tener a personas por tres o cuatro horas en un cuartel. Es infrahumano tener a alguien en esas condiciones [en las celdas de los cuarteles]. Es violento cómo el Estado te priva del acceso a alimentos, a tu seguridad física, a bienes personales y a la libertad.

Son momentos de miedo e incertidumbre, en especial cuando te cambian de un cuartel a otro. No te explican el delito y estás aislado de tu comunidad, lo que te hace vulnerable a cualquier cosa. Da mucho temor. Estás a merced del Estado.