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El 7 de julio [de 2023] unas compañeras y yo estábamos frente al portón principal del Centro [de usos Múltiples frente a la Plaza Pública de Vieques] llevando a cabo una manifestación en contra de una subasta de terrenos por el municipio. A eso de las 8:30 a.m. me percaté que en el portón al lado izquierdo del centro no había nadie, así que una compañera y yo procedimos a pararnos al frente para asegurar nuestra presencia allí.

Par de segundos después llegan seis guardias guardias de la Policía Estatal y la Policía Municipal con un señor y empleadas del Centro al portón y comenzaron a empujarnos para sacarnos. Uno de los oficiales sacó un rotén. Entre los policías que identificamos estaban el sargento Soto y los agentes Martínez y Ventura. En ese momento comenzó una gritería. El sargento Soto me agarró y empezó a jalar mi mano de manera violenta. Me jaló hasta que me sacó del sitio. Él era un oficial masculino y no se supone que esté usando esa fuerza en contra de mujeres.

En esa misma intervención otro oficial [agente Ventura] agarró a la compañera Katherine Martinez por el cuello. Yo no me considero muy grande, tampoco la otra compañera. Se excedieron en la fuerza. Eran seis guardias contra dos mujeres. En ningún momento hubo agresión de mi parte hacia ellos.

Como una hora antes el sargento se había comunicado conmigo para llevar protesta y que todo fluyera en paz, pero ellos fueron los primeros que se pusieron agresivos. ¿Por qué se pone de esa manera si no nos pusimos agresivos y llegamos a acuerdos para llevar la fiesta en paz?

No, de verdad usaron fuerza excesiva.

Me agité y me enojé con los guardias. De verdad se excedieron. No había por qué tratarnos así.