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La noche del 20 de junio José Luis López Fraticelli estaba tratando de descansar pero los vecinos tenían un “vacilón”. La persona entrevistada fue su representante legal en este caso y explica que los vecinos y JL tenían roces constantes por una controversia de una herencia. Dice que había sido víctima de acecho por los vecinos. Señala que JL vivía solo.

JL va y les pide que bajen la voz, que es tarde y hay toque de queda. Los vecinos se niegan y le contestan “viejo cabrón te vamos a explotar.”

Para molestarlos, JL va a su hogar y prende fuego a unas hojas de plátano para ver si con el humo los vecinos se van.

Posteriormente, JL ve a unos muchachos que van hacia su residencia, estaban tirando piedras, así que se esconde, se va por otro lado, coge una lámpara para alumbrarse pues estaba bien oscuro. Ahí recibió un golpe de parte de uno de los jóvenes vecinos con un tronco de árbol. El golpe lo dejó muy aturdido, casi inconsciente, le dieron una pela, varios golpes más. Alcanzó a escuchar la voz familiar de un señor que dice “¿pero qué hicieron con él?”. JL llegó a su cuarto casi inconsciente y se acostó. Estaba demasiado mal como para poder moverse a un hospital.

A la mañana siguiente, cuando despierta, JL encuentra las piedras en su auto y todos los cristales rotos. Llama a un señor albañil a quien le estaba haciendo un trabajo. El señor lo recogió y lo llevó al CDT de Guayanilla, donde le hicieron exámenes. Cuando sale del CDT, va al cuartel de Guayanilla para hacer una querella. Ahí le refieren al oficial Rodríguez y que lo puede conseguir de 8pm a 5am. Va a cuartel de Guayanilla a presentar querella y le dicen que no pueden tomar querella, que ese caso ya está asignado a Policía Rodríguez ya que los agresores habían radicado una querella. Le dicen que tiene que ir entre 8:00PM y 4:00AM. Él les dijo que no podía ir a esas horas, que además había toque de queda. Más adelante le comentó a su abogado Martín González que “nunca me cogen la querella, no me hacen caso. Los muchachos (vecinos) tienen familia que son guardias penales (y los protegen)”. Aparentemente se había quejado a la policía muchas veces acerca de los vecinos. Él sintió que al menos cumplió, lo dijo y se fue para su casa.

“Pues váyanse al carajo si no van a tomar la querella”, pensó JL según le dijo al Abogado.

El 31 de junio lo citaron para el día siguiente, 1ro de julio a las 2:00PM. Le dieron a entender que lo iban a entrevistar para su querella, pero nunca lo entrevistaron a pesar de que era víctima de una agresión que podía considerarse tentativa de asesinato. Su formulario de citación era para cita para posible testigo: no fue la de acusado. Y no se le advertía ni que era sospechoso de delito ni de su derecho a abogado, con todo el propósito de encontrarle causa y que no tuviera representación legal en su vista de regla 6. Esto a pesar de que, desde el 24 de junio, José Luis había conseguido que el Tribunal emitiera una orden protección a su favor, (antes de la Regla 6). También había una orden de protección conta JL de parte de los vecinos.

“Eso era un abuso de gente joven contra un viejo”, dice su abogado Martín González.

El abogado comentó que tanto en su oficina como en la vista, vio que JL estaba mal. Le faltaba el aire. El abogado le preocupó que fuese COVID-19. Le preguntó a JL y este le contestó que estaba mal desde aquella noche que lo agredieron.

“A mí me dejaron mal”, le expresó JL al abogado. El abogado indicó que a JL le tomaron placas de cabeza y pecho. Señaló que se ven las lesiones de JL, que la Policía no investigó. Especuló que la Policía lo que quería es acusar a JL dado que no verificaron su record ni sus alegaciones.

A JL lo acusaron de tentativa de asesinato, amenaza y de incendio.

JL le afirmó al abogado que nunca le pegó a nadie.

Policía López testificó en Regla 6 que, según su investigación, “en la comunidad decían” que JL era una “persona peligrosa”.

El Licenciado González le cuestionó por qué decían eso y el policía no pudo contestar. Le preguntó si era peligroso por ser un “viejo luchador abiertamente independentista y activista de causas de toda la vida”.

De hecho, los vecinos tenían cámaras de vigilancia y el video “desapareció” misteriosamente.

“Querían acusarlo. No vieron el record de Guayanilla del CDT, no verificaron las declaraciones de él. Lo acusaron de tentativa de asesinato, incendio y amenaza porque él decía que les iba a prender fuego a todos pero esa era su manera de enfrentarse a los insultos y agresiones. En ningún momento le pegó al muchacho, eso sostenía en todo momento. Los vecinos tienen relación con Mayita (alcaldesa de Ponce) y vínculos políticos. Él murió en la cárcel por pobre.

El juez le bajó de tentativa de asesinato a agresión grave por el arma banca, por el tubo. El abogado pidió que lo dejaran fuera con grillete, él había sido citado y compareció, no tenía pasaporte, no había riesgo de fuga. “Dele la oportunidad de buscar un grillete para que no tenga que ir al presidio”, pidió González. “Es una persona sola”. Le pidió un “break” de por lo menos 3 días para lograr las gestiones necesarias para el grillete. La juez lo mandó a la cárcel.

El Licenciado González vio que, cuando empezaba la vista, JL tenía problemas de respiración. Un alguacil le preguntó si JL estaba bien.

¿Qué pasó de Ponce a Bayamón?

Abogado comenta que cuando personas alegan golpes hay que hacerles chequeos médicos para documentar que no hayan sido bajo custodia, por la Policía o Corrección. “Ellos (El Estado, Corrección y Policía) tenían la obligación de llevar a JL a un médico. Cuando lo ingresan le debieron haber hecho preguntas”.

El comunicado de Corrección tras la muerte de José Luis dice que él recibió atención médica. Pero el abogado cuestiona la rapidez del resultado de COVID-19. Al ingresar a prisión, según Corrección, José Luis dio negativo a COVID-19. Pero los resultados de esas pruebas suelen tardar días. ¿Cómo le dieron ingreso? ¿Tenían el resultado el mismo día? A los 4 días, José Luis falleció, con traumas en el cuerpo según documenta un comunicado de prensa del Departamento de Corrección.