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9. Explíquenos, por favor, en detalle todo lo que pasó y cómo fue la intervención de la policía. |
Aixa tenía 51 años y fue paciente de salud mental por 18 años, sufriendo de bipolaridad, depresión severa y psicosis. También tenía otras condiciones de salud como alta presión, prediabetes, problemas cardiacos, entre otros.
Ese fin de semana, Aixa estaba coordinado una mudanza para una casa que luchó por [el Departamento de Vivienda]. Pero por los terremotos [del jueves 6 de agosto de 2020] le dio mucha tensión, ansiedad e insomnio. Ella me pidió que no la internara porque [los empleados] la amarraban y la maltrataban en sus hospitalizaciones en el Hospital Panamericano. [Aixa] me decía que me iba a quitar el poder de tutora [si la hospitalizaba] porque estaba esperando por esa casa por buen tiempo y que iba a perder la oportunidad de la vivienda. Por eso me decía que no la llevara al hospital.
Ese sábado [8 de agosto de 2020] coordiné con mi sobrino para ayudarla y cuando fuimos a las 4:00 p.m, ella había sacado sus cosas al balcón y estaba en un gazebo cerca de un parque público con algunas de sus cosas. Le digo que se fuera conmigo para la casa a terminar de mudarse, pero dijo que se iba a quedar ahí porque no iba para la casa por los temblores. Su nene también intentó [convencerla], pero nada.
Cuando un policía municipal pasó cerca del área hablamos con él para que nos ayudara. Pero cuando ella vio al policía se puso hostil, diciendo que él no podía intervenir con ella y que no se iba a ir para ningún lado. [Aixa] pensaba que el guardia estaba para intervenir con ella y hospitalizarla. Los policías la tenían traumatizada.
El guardia me dijo que lo acompañara al cuartel para orientarme sobre la 408, aunque yo sabía sobre la orden. Ella estaba alterada y no había otra estrategia que no fuera buscar una 408.
Cuando fui al cuartel, me dijeron que no podían ayudarme y que me tenía que ir a Hato Rey. Pero durante el periodo de cuarentena fuerte del COVID, ella empezó a sentirse mala de los nervios y terminé pasando por el cuartel para una orden 408. La retén me dijo en ese entonces que el policía hablaba con el juez de turno. Así que cuando me envió para Hato Rey, pensé que me iba a ayudar a coordinar todo el esfuerzo con la 408, pero lo único que hizo fue mandarme para allá.
Cuando llegué a Hato Rey, eran las 5:15 p.m. y el guardia me dice que el tribunal estaba cerrado, que no estaban atendiendo más público y que tenía que regresar al otro día a las 8:00 a.m. Estaba preocupada y no quisieron ayudar. Ellos no me resolviero, solo me dijeron que tenía que ser a las 8:00 a.m. El mismo guardia me dice que vaya al otro tribunal más adelante, el que está por la Piñero, a ver si ahí me “hacían la gestión”. Fuimos, pero estaba completamente vacío. Ni guardia encontramos allí.
Cuando llegamos de vuelta al gazebo, [Aixa] estaba tranquila hablando con una de las vecinas. Hasta se cambió de ropa. Pero cuando nos vio, se puso alterada preguntándonos qué hacíamos allí y diciéndonos que no iba para ningún lado.
La vecina nos dice que ella la vela allí tranquila, que le dio café más temprano y se quedó tranquila. También me preguntó si se toma medicamentos, entonces le explico que Aixa no se ha tomado sus medicamentos y que no tiene otra alternativa que ingresarla involuntariamente con la 408.
La vecina me dijo que fuera a mi casa a buscar los medicamentes mientras ella le daba comida y que me llamaría para que me la llevara.
Me voy a mi casa a buscar los medicamentos y como a la media hora, me llama el dueño de la casa donde ella vive diciéndome que vino a buscar a Aixa, pero no estaba en la casa. El señor le dijo a mi sobrino que [Aixa] fue hacer una querella en el cuartel por cómo el policía [municipal antes mencionado] la trató.
La vecina que estaba con ella en el gazebo va a la casa [de Aixa] y me dijo que Aixa no estaba en el gazebo del parque.
Fui a la Comandancia Municipal en Mariolga, la que queda en la Avenida Luis Muñoz Marín, en Caguas. Allí el retén me dijo que no había visto a nadie.
Luego voy a la Comandancia de la Policía Estatal de Caguas donde me dicen que agote todos los recursos y que, si en una hora no aparece, hiciéramos una orden de búsqueda. Buscamos por todos lados y no apareció. Vuelvo al cuartel y la reten me hace la orden y me dijo que si aparecía que la llamara.
Regresamos al otro día [domingo, 9 de agosto de 2020] al tribunal en Hato Rey y mi sobrino consiguió la orden [408]. Allí le dijeron que se supone que los guardias hubiesen hecho la gestión de la 408 con el juez en turno que está 24 horas y que los cuarteles tienen los recursos para hacerlo también. Son ordenes que se dan 24/7, no se espera y que siempre hay un juez on-call.
Cuando bajamos a Caguas y llegamos a la casa con las gestiones de la ambulancia listas para poderla internar, [Aixa] no estaba. La buscamos en todos lados y no la encontramos. Ahí decidimos crear un flyer.
Pero a eso de las 6:00 pm, una amiga mía policía llama y se comunican con el personal del CIC y me hacen preguntas. Me dicen que vaya a los hospitales personalmente y que, si no aparecía a eso de las 10:00 am, que pasara por su oficina.
Pero como a eso de las 10:00 p.m., me llaman del CIC a informarme mi hermana apreció y que llegara al restaurante Raíces, en la carr. 172 en Caguas, frente a Plaza del Carmen Mall. Salí para allá con mi sobrino [hijo de Aixa], mi nuera y mi hijo. Cuando pasamos cerca del restaurante vimos par de patrullas con varios oficiales, entre ellos mujeres policías. [Mi hijo] escuchó los gritos de [Aixa] y pudo identificarla.
Cuando llegamos a la escena, [Aixa] estaba desnuda con una actitud agresiva, resistiendo a la intervención de los oficiales. Un Policía me pregunta si somos familiares y le explicamos.
Mi primera intención fue cubrirla con una sábana que trajimos. Tratamos de convencerla para que se dejara intervenir, pero no funcionó. [Los Policías] no querían usar el taser porque tenía la gasolina encima que podía provocar un incendio.
El problema es que no hubo intervención con 911. Mi sobrino llamó, pero no encontraba los servicios. Si hay una alerta de suicidio pidan una ambulancia rápidamente. Activan un protocolo aquí, pero para eso el 911 y las ayudas para una escena como esta no se puede conseguir una ambulancia… Me lo cuestiono.
Uno de los Policías dijo que cuando llamó nuevamente al 911 a preguntar por la ambulacia, el operado le dice “¿Vas a seguir llamando? ¡La ambulancia está de camino!”
De momento, [Aixa] sale corriendo a la entrada del mall y se cae en una acera. Mi nuera la iba a cubrir con la sábana, pero ella se levantó rápidamente.
Luego Aixa cogió un bloque y lo lanzó a los policías, pero no le dio a nadie.
“[Aixa] le gritaba a los policías a lo largo de la intervención cosas como ‘Son unos abusadores… Déjenme en paz, no me hagan nada. No quiero que me maten como en Estados Unidos. Aquí va a pasar los mismo que en Estados Unidos”.
Volvió a salir a correr hacia al mall, pero se vio acorralada con los policías. Así que empezó a brincar la valla de la verja del mall. Cuando brincó la valla siguió corriendo por [el parking] del mall Plaza del Carmen en Caguas. Ahí se dio contra un muro y calló al suelo.
“Ahí lograron esposarla boca bajo, agarrándole los pies, los brazos y la cabeza. Había 4 guardias reteniéndola y ella continuaba desesperada haciendo fuerza. Una mujer policía le puso su bota debajo de su cara para que evitara darse en la cara con el suelo. Luego la misma oficias la agarra por el cabello, pero sigue haciéndole fuerza para darse contra el piso.”
Ella estaba bien agresiva y resistía mucho cuando la tenían esposada. Pero en este proceso la ambulancia no acababa de llegar.
“La amiga mía le estaba hablando mientras estaba en el suelo, preguntándole ‘¿qué es lo que tú quieres? Queremos ayudarte. Cálmate.’
[Aixa] le contestaba ‘Me quiero morir, me va a pasar lo mismo que en Estados Unidos’. “
“Cuando [mi amiga] le soba el pelo, ella se relaja. Cuando la veo demasiado relajada me doy cuenta que no está respirando. En ese momento pienso era que se estaba desmayando. Se relajó demasiado. Ahí le empezamos a gritar a los policías para que le quiten las esposas. Le soltaron las esposas y la viraron, ahí la espera fue por la ambulancia. La lograron esposar a las 11:30 y estos llegaron a eso de a las 11:40-45. Más de 20 minutos por la ambulancia.”
Los primeros que la atendieron fueron unos rescatistas que estaban cerca en el área, ya que estos escucharon el llamado de los policías por la radio. Estos informan que sus pulsaciones son lentas y comienzan a darle masajes en el pecho.
“Cuando por fin llegó la ambulancia, los paramédicos se bajaron de la ambulancia con lentitud y les empezamos a gritar que avanzaran. Cuando le pusieron el EKG, me dijeron que no tenía pulso y que aparentaba estar bajo una sobre dosis. ¿Cómo me vas a decir a mí que tiene sobre dosis cuando yo soy la que tiene sus medicamentos? Y no sé dónde estuvo mi hermana, ni la más mínima idea durante 24 horas.”
Luego que la declararan muerta, uno de los paramédicos me pidió que firmara una hoja de servicio. Pero les dije que no iba firmar nada porque no estaba en condiciones
A eso uno de los paramédicos dijo “Ah, olvídate de esto. Vámonos de aquí.”
Después comienzan a llegar las diferentes autoridades. Primero llegó una investigadora que se presentó como una persona encargada de las investigaciones de abuso policiaco. Luego llega la fiscal, seguido por ciencias forenses, los cuales se llevaron el cuerpo de Aixa.
A las 4:00 a.m., un policía del cuartel estatal me dice que es él el encargado de la investigación y hacer el informe. También me dijo que se tardarían en el informe, ya que la situación es compleja y procede a explicarme que la situación comenzó como un intento suicida, luego como una 408 y finalizó en una muerte.
Aturdida, le pregunto por qué catalogan la situación de Aixa como suicida. Ahí me cuentan que, aparentemente, [Aixa] coge la manga de la gasolinera Shell cerca del mall y se echó la gasolina que quedaba dentro de esta. Cuando sale la alerta de la mujer echándose gasolina es cuando la identifican con la orden de 408 que había sido reportada desparecida desde el día antes.
Pienso que a ella le dio un infarto y se veía que no respiraba… En mi opinión, si hubiésemos tenido la 408, la historia sería otra. Ella no se hubiese ido, no se hubiese perdido… fue bien horrible. Se encontró desnuda en un estado bien descontrolado.
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