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El 3 de julio del 2018, Milagro I. Ortiz Alvarado, de 40 años, fue asesinada en su residencia en Lajas por el teniente Carlos Cruz Martínez, su expareja y el entonces comandante de la Policía estatal en Añasco. Según La Isla Oeste y Telemundo, Cruz Martínez, de 52 años, utilizó su arma de reglamento para matar a Ortiz Alvarado y luego quitarse la vida con un disparo en la cabeza.

A eso de las 6:55 p.m., el teniente Cruz Martínez llegó a la residencia de su expareja localizada en el camino Tito Alvarado de la carretera 3101, en el barrio La Haya en Lajas (El Vocero y La Isla Oeste). Allí el teniente emitió ocho disparos con su arma de reglamento en contra de Ortiz Alvarado; le impactaron dos en el costado y uno en la cabeza.

La hija de Ortiz Alvarado, de dos años, dormía en un cuarto de la residencia al momento de los hechos, informó Telemundo. Una de las hermanas de la occisa escuchó las detonaciones, entró al lugar y rescató a la niña, descubriendo la escena en el proceso. Este mismo medio detalló que momentos después se escuchó el tiro con el que el teniente Cruz Martínez se quitó la vida.

Según La Isla Oeste, la información preliminar que proveyó la Policía “apunta que el móvil de los hechos fue celos”.

Ortiz Alvarado y Cruz Martínez culminaron su relación de cuatro años, pero continuaron una alegada “amistad cordial” por seis años hasta la fecha de la tragedia (La Isla Oeste). No obstante, Telemundo reportó que la familia y vecinos de Ortiz Alvarado admitieron no sorprenderse por el trágico evento y describieron al teniente como una persona posesiva. María Alvarado, madre de Ortiz Alvarado, compartió en entrevista con este mismo medio que su hija le “comentó [a Cruz Martínez] que había una persona interesada en ella”.

Esto, según Telemundo, fue el detonante que tornó la relación por parte de Cruz Martínez a una hostil. En esta misma entrevista, María narró cómo el teniente Cruz Martínez “la intimidaba, [diciendo] que la iba a matar, que se iba a matar él”.

Según El Vocero, el teniente Carlos Cruz Martínez trabajó por 32 años en la Policía de Puerto Rico en la División de Drogas y fue comandante interino del Distrito de Añasco antes de cometer este asesinato-suicidio. En el 2005 otra expareja de Cruz Martinez le radicó dos casos por la Ley 54, pero, según Telemundo, “estas no prosperaron”.

Milagro I. Ortiz Alvarado era la mayor de tres hermanas y madre de tres hijos que, para el momento de los eventos, tenían 19, 18 y dos años de edad (La Isla Oeste).