Ver casos

Yo estuve en las protestas del 3 de abril [de 2021] que ocurrieron en el muelle de Isabel Segunda en Vieques desde las 7:00 a.m. hasta la 1:00 p.m. Estas intervenciones [de la Policía] ocurrieron a eso de las 1:00 p.m. específicamente entre el muelle de la ATM (Autoridad de Transporte Marítimo) y el muelle de los pescadores.

Durante ese día estuvimos haciendo una desobediencia civil al atrasar la lancha por media hora para que las personas turistas experimentaran y tuvieran presente lo que nosotros pasamos y sentimos por los retrasos [del transporte marítimo]. El sistema no se detuvo ni se impidió en ningún momento, sino que simplemente se llegó a un acuerdo para hacer un atraso y los capitanes que estaban trabajando la lancha respetaron esa media hora, al igual que los manifestantes. La lancha que estaba era una grande llamada Cayo Blanco. Esta lancha estaba botando un montón de diesel, así que estuvimos expuestos a ese material que estaba en el agua.

Había alrededor de 5 a 7 oficiales de la Policía en jetskis pegándose bastante cerca de los manifestantes que estaban en el agua, grabándonos de cerca y hablándonos. Era una manera de asustarnos, intimidarnos y movernos más hacia la orilla.

Además de eso, en el muelle había de 15 a 20 guardias de SWAT. También había una lancha de FURA como con 5 policías y una lancha del Coast Guard. En total había como 40 oficiales. No sé con qué propósito porque allí no había nadie violento, ni había algún tipo de violencia. Esto era una manifestación completamente pacífica.

No, pienso que no porque el servicio de lanchas de Vieques y Culebra lo están privatizando porque supuestamente no hay dinero para unas cosas, sin embargo sí hay dinero para que haya un despliegue grandísimo de policías para dos o tres personas que estaban manifestándose. No entiendo el por qué había tanto policía y por qué estaban los del SWAT. No entiendo cuál era la necesidad porque no había ningún tipo de violencia. Lo único que se me ocurre es que estaban intentando reprimir, o intimidar a la personas que estaban ahí manifestándose.

Encima de eso, era obvio que por semana santa estaban todos estos policías pasándola de veraneo en Vieques. Ellos estaban moviendo esas lanchas y movilizando todo su equipo cada vez que llegaba la lancha, pero ellos iban y venían y cruzaban al otro lado de la isla, según reportaba otra gente que estaban [en Vieques]. Así que, en todo momento estuvieron, pienso yo, gastando y abusando de la propiedad del gobierno. Estaban utilizando [vehículos oficiales] para estar en un día de playa como cualquier otro.

Pues, realmente, a uno lo que le da es mucho coraje y mucha frustración por la impotencia que uno tiene. Imagínese, uno no puede ir a la isla grande a hacer sus compras o hacer diligencias porque no tenemos un método de transporte confiable. Sin embargo, al ver todos estos policías para arriba y para abajo en las lanchas, paseando en nuestras caras, es bien frustrante. Nosotros no podemos seguir con nuestra vida normal, como cualquiera de ellos. Nosotros tenemos que estar peleando y rogando para que se hagan cumplir nuestros derechos. Es algo tan inhumano que unos días da coraje y otros días da tristeza, pero cuando se suma todo eso lo puedo describir como frustración. No hay más nada porque esta cosa que uno trata de hacer [manifestarse y protestar] se ve retado por el Estado. Se hicieron otras cosas organizadas como manifestaciones en caminatas y piquetes con pancartas. Llevamos más de 10 años en esto y nadie en el gobierno nos escucha. Absolutamente nadie. Entonces, uno no sabe cuál es el próximo paso cuando tu vida depende de eso. Por eso da coraje. Realmente la salud mental de los viequenses y culebrenses está bien afectada. Cuando nosotros salimos a hacer una compra grande tenemos que hacerlo con el reloj medido. Siempre es una prisa, no podemos hacer otras cosas porque no nos da tiempo. A veces cuando pensamos que estamos bien de tiempo y compramos carnes para poderlas pasar, se nos dañan. Se nos pierde la compra en el muelle porque ese día la lancha no salió. Porque siempre es una incertidumbre cuando nos mantienen horas largas en el muelle esperando para regresar a tu casa. Cada día son costos y costos que se suman. Es como si nos estuvieran desplazando, no hay otra cosa que se me ocurra. Nos están haciendo la vida tan difícil. Están buscando que nos vayamos de allí para ellos adueñarse de las playas o de lo que sea para venderle a los ricos, porque son los ricos los que se están adueñando de Vieques ahora mismo. Eso da coraje. Uno se ve obligado a defender lo que es suyo, a defender el pueblo donde uno creció porque no queda más nada. Hay que defender donde está la familia.