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Esto sucedió el martes, 21 de junio de [2022] mientras me manifestaba afuera de la entrada al Capitolio de Puerto Rico por los edificios anexos. Ese día los familiares de Shannet [Colón Ponce] tenían vistas públicas en la Legislatura, así que estaba exigiendo justicia.

A eso de las 11:30 a.m., la hermana del gobernador, Caridad Pierluisi, y su escolta entraron al Capitolio por el área donde me manifestaba. Mientras estos pasaron comencé a ejercer mi derecho a la libre expresión con mi megáfono [pidiendo justicia para Shannet]. Luego que Caridad entró al Capitolio, un miembro de su escolta regresó a las afueras, se me acercó y me agredió dándole a mi megáfono, el cual [a su vez] me dio en la cara, encima de mi ceja. Todo fue rápido: entraron al Capitolio, regresó, me agredió y volvió adentro. Luego que me agredió le pedí que se identificara, pero me ignoró.

Había dos mujeres oficiales [de la Policía de Puerto Rico] presentes y testigos de la agresión, pero no hicieron nada. Les dije a las oficiales “¿viste lo que me hicieron? ¡Ustedes no hicieron nada!”.

Una de las policías, que luego identifiqué como Johanne Arroyo Hernández, admitió que lo que hizo la escolta estuvo mal, pero cuando le pregunté por qué no hizo nada se quedó callada y llamó al Capitán Rivera, supervisor de seguridad del Capitolio acompañado de siete policías, para que diera instrucciones.

El miembro de la escolta que me agredió no quiso identificarse ni tenía una identificación, pero cuando comencé a hacer una querella [allí mismo] un policía consiguió su información. El nombre que me dieron fue Javier Santana.

La Policía no quiso hacer la querella de agresión, sino por alteración a la paz. Como si Santana solo hubiese alterado mi paz, pero eso es mentira. Eso no fue lo que sucedió. Esto fue una agresión. Él me agredió y quería que pusieran ambas, pero solamente pusieron “alteración a la paz”. Ni siquiera le pusieron número a la querella.

Después de hacer la querella, fuimos con mi abogado a Fiscalía. Allí ni me quisieron atender, solo me dieron una cita para tres días después. Esto quedó en nada.

[Al final,] tuve un pequeño moretón encima de la ceja. Ningún policía procuró buscarme tratamiento médico. Tuve que ir a emergencias para tener en récord la agresión. Los médicos me dijeron que me dieron espasmos por la agresión.

El sistema me confirma que está lleno de macharranes y que no funciona. Estoy pidiendo justicia por una mujer asesinada por el sistema, y viene una escolta, que trabaja para el sistema, y me agrede ejerciendo mi derecho a la libertad de expresión.

[Además,] no entiendo por qué Caridad Pierluisi tiene una escolta cuando ella no fue electa por el pueblo ni es funcionaria pública.

No, porque yo no estaba haciendo nada malo. Me estaba manifestando, ejerciendo mi derecho a libre expresión y lo estaba usando para exigir justicia Shannet. Santana no tenía razón ni motivo para agredirme con mi megáfono.

Mucho coraje. Su trabajo es velar por la seguridad de una mujer, pero agrede a otra mujer sin justificación. Entonces, no entiendo cuál es su trabajo.

La Policía no quiso hacer la querella de agresión, sino por alteración a la paz, pero eso fue una agresión. No le pusieron número a la querella.