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Esto pasó el 19 de julio [de 2022] a las 8:00 a.m. Me estacioné junto a la rampa [peatonal] frente al Banco Popular de Utuado, en la calle Las Palmas, para hacer una transacción rápida. Hice esto porque no había estacionamiento y no podía caminar, ya que tuve un accidente que me dejó con fracturas en la rodilla y en un dedo.

Mientras hacía la transacción me percaté que el oficial Axel Arce y su compañero, el oficial Reyes, estaban en motora junto a mi carro. Dejé la transacción a mitad y fui para el carro. El agente Arce me dijo que no puedo estar estacionado en la rampa de impedido. Le dije que eso no era una rampa de impedidos, que no había estacionamiento disponible y que no podía caminar por un accidente que tuve, y le mostré mis heridas.

El agente Arce me contesta: “Eso no es problema mío. La señora [que está en fila para el banco] no pudo usar la rampa”. Ahí la señora, que estaba escuchando, contestó que no iba a usar la rampa y que pudo pasar por frente del carro sin problema.

Le dije al agente Arce: “Por favor, no puedo caminar y no hay estacionamiento. El carro lo dejé prendido y con la puerta abierta. No tengo intenciones de dejarlo ahí. Solo vine a depositar un dinero e irme”. Entonces, con actitud de policía jaquetón, Arce me dice: “eso no es problema mío. La próxima vez parquéate y camina”, y me dio un boleto de $500 por obstruir una rampa de impedido.

Le cojo el boleto de mala gana y Arce me dice: “ten cuidado que te meto el taser”. Le contesté: “pégame el taser” y seguí caminando. Luego, el agente Arce me dijo que “por gente como tú es que están las cosas así”. Le respondí: “Por gente como tú es que estamos como estamos. Estoy golpeado [por el accidente], no puedo caminar, y tú me das una multa de $500”.

Él se puso a discutir conmigo y me dijo “cabrón”. Cuando me monté al carro para irme, el agente Arce me dice que estoy bajo arresto. Ahí levanté mis manos y, yo sin tocarle y estando a ocho pies de distancia, el agente sacó su taser y me disparó en el abdomen con una descarga de cincuenta mil voltios.

Cuando recibí el impacto me quité los cables [de taser], pero ahí el oficial Arce me cayó encima, agrediéndome e intentando arrestarme. Sentí que me iban a matar así que mi reacción fue defenderme y en el proceso de la pelea le di un puño en la cara al agente Arce. Es una reacción humana si te disparan con cincuenta mil voltios y te caen encima.

Ahí su compañero interviene y empieza caerme encima con macanazos en mi cuerpo y cabeza. El compañero intentó darme otra descarga con su taser, pero falló. Luego ambos me tiraron al piso y me echaron dos potes enteros de pepper spray en los ojos.

Al rato llegó una patrulla y me llevaron al hospital para que removieran los dardos. En el hospital me sacaron fotografías de los moretones que me dejaron en la espalda. Me dieron sobre diez macanazos en la espalda y cabeza. No me sacaron placa, solamente me limpiaron la cara y los policías me llevaron al cuartel.

Después, como a las 11:30 a.m., fue que me leyeron los derechos. Cuando llegó mi abogado fue que me soltaron. Me confiscaron el carro sin ninguna orden. A las tres semanas fue que me vinieron a acusar de agresión a un oficial, queriendo sentenciarme a ocho años por esto.

En una de las primeras vistas mi abogado demostró que el agente Arce no sabía nada del procedimiento de uso de taser. Mi abogado le preguntó si podía mencionar los comandos y advertencias que tenía que dar antes de desenfundar el taser y a cuántos pies tenía que estar para hacerlo. No sabía nada de esto. También, el agente Arce admitió que la razón por la que me disparó es porque soy una persona “que mide seis pies” y “robusta”.

En varias de las vistas el agente Arce mintió, indicando que cuando llegó me vio demorarme y coger todo mi tiempo mientras hacía toda la transacción. En realidad, yo dejé la transacción a mitad y tuve que buscar mi tarjeta en el banco al próximo día. También mintió indicando que nunca le dije que tenía fracturas ni dolencias.

Todo esto fue desmentido cuando mi abogado mostró el video de la intervención capturado por una cámara de seguridad. Como soy una persona que tiendo hablar mucho con las manos y expresiones, en el video se ve cuando muestro mi pierna y dedo fracturados. También se mostró que él me electrocutó sin yo tocarlo.

De hecho, hasta el motivo de la intervención fue inválido, porque esa rampa no estaba pintada de azul [y no es para personas con diversidad funcional]. Ya gané ese caso y me quitaron el boleto.

Luego que mostramos el video, el fiscal pidió la única copia del video y no la ha devuelto. La jueza ordenó que entregaran el video, pero el fiscal dijo que lo van a entregar si hay causa para juicio. O sea, me imagino que ellos están tratando de asegurar tener un caso en mi contra para ir a juicio. De hecho, como el video no tenía audio, los oficiales se pusieron de acuerdo y dijeron mil cosas que no dije.

Ya se han visto cinco vistas preliminares, pero no se ha ido a juicio. Para cada vista escogen a un fiscal diferente y ellos quieren estar seguros de poder acusarme y no perder el caso.

El oficial Arce trabaja en [el Distrito de] Bayamón, pero lo sacaron de allí y lo enviaron a Utuado por tanto problema que tenía con la gente. Tiene sobre veinticinco querellas por abusador. Si vienes al pueblo de Utuado y preguntas por los agentes Arce y [Erick] Matos, te tienes que llevar cinco libretas para escribir las historias. Tienen una reputación que eso es… olvídate [mala reputación].

De los setenta y ocho municipios, Utuado tiene que ser el pueblo donde más boletos se dan. Los policías están todo el día dando boletos en la calle Las Palmas, donde me intervino el agente Arce. Ellos tienen eso pintado ilegalmente de amarillo. Conseguí una carta de la Legislatura Municipal de Utuado donde dice que solo hay una calle con línea amarilla en el pueblo de Utuado y no es la que está en la calle Las Palmas, sino en un puente y se hizo para que las guaguas escolares recogieran estudiantes en el área. Esas líneas amarillas son totalmente ilegales.

Claro que no. El agente Arce es un arrogante. Se cree superior a todo el mundo. No tiene la decencia de tratar con personas.

Me sentí maltratado y abusado de todos mis derechos porque la Policía se supone que esté para servir y proteger. Esto me ha afectado emocionalmente y de los nervios. Todo esto es dinero que estoy gastando aquí [en representación legal].

El agente Arce intervino con mi vehículo y me dijo que no puedo estar estacionado en la rampa de impedido.

Cuando le cogí el boleto de mala gana el agente Arce me dijo: “ten cuidado que te meto el taser”.